Siguiendo con el tema de las tareas que desempeña un graduado de Nutrición Humana y Dietética en el marco de restauración colectiva voy a hablaros de la desnutrición hospitalaria, su prevalencia, las causas y sus consecuencias; y, finalmente, la importancia de aumentar las plazas de D-N y así poder evitar, con mayor eficacia, la desnutrición hospitalaria.
¿Qué es la desnutrición hospitalaria? Existen diferentes definiciones, entre ellas:
"Estado patologico resultado del consumo inadecuado de uno o más nutrientes esenciales y que se manifiesta clínicamente con pruebas de laboratorio y antropométricas" (Caldwell, M. D., 1981)
"Trastorno de la composición corporal caracterizado por un exceso de agua extracelular, déficit de potasio y déficit de masa muscular, asociado habitualmente con una disminución del tejido adiposo y hipoalbuminéma, que interfiere con la respuesta normal del huésped frente a su enfermedad y su tratamiento" (Sitges Serra, A., 1986)
"Deficiencia de energía, proteínas y otros nutrientes, que causa efectos adversos mesurables en la composición y la función de los órganos o los tejidos y en la evolución clínica" (Elia, M., 2004)
Prevalencia de desnutrición:
- Según el estudio de Desnutricat en el año 2009 mediante un estudio de 721 personas y la metodología del estudio era con el test NRS_2002 el porcentaje de desnutrición hospitalaria era del 21,6% en Cataluña.
- Según el estudio de Planas en el año 2004 mediante un estudio de 440 personas y la metodología del estudio era con antropometría VSG el porcentaje de desnutrición hospitalaria era del 72,46% en España.
- Según el estudio de Janice Sorensen (EuroOOPS) en el año 2008 mediante un estudio de 5051 personas (media edad de 59,8 años) y la metodología del estudio era con el test NRS_2002 el porcentaje de desnutrición hospitalaria era del 32,6% en Europa.
Causas de la desnutrición hospitalaria
- Derivadas de la enfermedad: disminución de la ingesta. Anorexia y mala absorción de los nutrientes. Disfagia, dificultad para masticar y obstrucciones. Perdidas aumentadas: vómitos, diarreas, quemaduras, ulceras... Gasto elevado: procesos de intenso estrés metabólico con infecciones, neoplasias, cirugía...
- Derivadas de la hospitalización:
- Hostelería: las dietas hospitalarias acostumbran a ser monótonas y los horarios de los menús es muy diferente a los habituales.
- Exceso del uso de dietas restrictivas para aportar menos nutrientes y energía y son menos agradables al paladar.
- Situación emocional que supone el hecho de estar ingresado.
- Tratamientos: radioterapia, quimioterapia,...
- Horarios de las pruebas exploratorias.
- Derivadas del equipo medico: no se mide y no se pesa al paciente en el momento del ingreso, falta de valoraciones nutricionales y de cribaje. No se implanta la curva de seguimiento de peso. Abuso de ayunos terapéuticos con sueroterapia prolongada. No hay seguimiento de la ingesta. Inadecuado calculo de requerimientos nutricionales. Nutrición enteral y parenteral inadecuados.
Consecuencias de la desnutrición hospitalaria
- Aumento en la susceptibilidad a las infecciones y en el riesgo de aparición de ulceras por decubito.
- Atraso en el proceso de cicatrización y de consolidación de fracturas oseas.
- Prolongación de las estancias hospitalarias.
- Aumento de los reingreso: en población anciana hasta un 29% de reingreso en los 3 meses siguientes de la alta.
- Aumento del coste económico de la atención hospitalaria: un paciente desnutrido tiene un coste del 60% superior respecto un paciente que no lo está.
- Debilidad muscular y atrofia.
- Falta de enzimas digestivas, menor movilidad intestinal y atrofia de la mucosa intestinal.
Detención de la desnutrición hospitalaria
Existen varias encuestas para valorar el estado nutricional de la persona como: valoración global subjetiva del estado nutricional (VSG), NRS_2002, MUST; también se puede diagnosticar mediante análisis bioquímicos, es decir, mediante los parámetros de: albúmina, prealbúmina y transferrina; y, otro método utilizados como: el Indice de Masa Corporal (IMC) o registrar la perdida de peso del paciente durante la estancia hospitalaria.
Cada uno de los métodos tiene sus ventajas e inconvenientes. Por esto, es necesario tener presente que método sera más apropiado en cada caso.
Conclusión
Un factor que también influye en el crecimiento de desnutrición hospitalaria es que se pone mucho empeño en que las dietas estén nutricionalmente perfectas y se quita importancia a la ingesta. ¿Y de qué sirve que las raciones sean nutricionalmente perfectas si finalmente no se consumen?
Pero, la razón por la que se quita importancia a los controles de ingesta es por la falta de unidades de nutrición y dietética con el personal adecuado en los hospitales. Además de, falta de reconocimientos de la profesión de los dietistas - nutricionistas.
En pocas palabras: FALTAN DIETISTAS - NUTRICIONISTAS EN RESTAURACIÓN HOSPITALARIA.
Antes de nada, definir términos que en muchas ocasiones se utilizan como sinónimos pero no lo son:
• Ejercicio físico: cualquier movimiento corporal, provocado por una contracción muscular, el resultado del cual supone un gasto por sobre de la tasa de metabolismo basal.
• Actividad física: actividad de la vida diaria.
Otros términos a tener en cuenta en el campo de deporte son:
• Deporte: ejercicio físico con competición que es rige por unas normas.
• Condición física: nivel de energía y vitalidad que permite a las personas llevar a cabo las tareas diarias habituales, disfrutar del tiempo libre activo, afrontar las emergencias imprevistas sin fatiga excesiva, y que también ayuda a evitar enfermedades crónicas y a desarrollar al máximo las capacidades intelectuales.
Teniendo en cuenta estas definiciones, el objetivo principal de los dietistas – nutricionistas es mejorar la condición física pautando dietas y recomendaciones adecuadas, para el deportista, por todas las repercusiones que conlleva.
- Barbany, Joan Ramon. Alimentación para el deporte y la salud. Barcelona: Martínez Roca, 2002.
El metabolismo
Los alimentos están formados por nutrientes y estos nutrientes están formados por compuestos como carbono, hidrogeno, oxigeno y nitrógeno. Durante la práctica deportiva de producen cambios para llevar a cabo el trabajo. La energía (ATP) se obtiene de los compuestos de los nutrientes mediante la energía química i eso da lugar a energía mecánica para poder realizar el ejercicio físico.
Teniendo en cuenta que la dieta proporciona energía de forma discontinua pero el organismo necesita energía de forma continua es producen unos mecanismos para poder cubrir las necesidades cuando no lo podemos hacer a partir de la comida.
Estos mecanismos (metabolismo) son:
• Períodos de reserva y síntesis de nuevas moléculas (anabolismo): síntesis de tejidos y/o moléculas.
• Período en que se metabolizaran las reservas acumuladas (catabolismo): generan energía y/o precursores metabólicos.
Tipo de combustible energético utilizado durante el ejercicio físico
Las opciones metabólicas de que dispone la fibra muscular son diversas, por lo que se seguirán unas u otras dependiendo de las condiciones del esfuerzo. Con el entrenamiento se registra una mejor y más racional utilización de los combustibles y el perfeccionamiento de las vías metabólicas solicitadas.
Por lo tanto, le combustible utilizado y la vía metabólica seguida varían según la duración, intensidad y modelo de contracción. Influyen también la dieta, las circunstancias ambientales y el entrenamiento.
Características del esfuerzo
- Tiempo y duración del ejercicio
- En reposo la fibra muscular utiliza como combustible energético los ácidos grasos de manera casi exclusiva para cubrir demandas basales. Pero con el ejercicio les necesidades aumentan.
- Inicio del deporte: el organismo utiliza ATP presente en la fibra muscular. No obstante, las reservas son muy escasas, cuya duración no va más allá de 2 – 3 segundos.
- Como es habitual el ejercicio dura más tiempo, por lo tanto, debe sintetizarse nuevo ATP. Inicialmente se recurre a la fosfocreatina que puede ser utilizada con rapidez, tomando el relevo como combustible del ATP. Pero, sus disponibilidades son también limitadas, no permiten un ejercicio de duración superior a los 10 segundos.
- En este tiempo se ha producido a movilizar las reservas de glucógeno del propio músculo, que tomarán la alternativa energética. A los 10 segundos desde el inicio del esfuerzo, la fibra muscular ya dispone de glucosa para ser oxidada. De momento sin presencia de oxigeno (anaeróbicamente), porque todavía no ha sido posible completar la adaptación cardiovascular y respiratoria al ejercicio, y el flujo muscular y el aporte de oxígeno son insuficientes.
- Transcurrido un cierto tiempo (aprox. un minuto y medio desde el inicio), el flujo sanguíneo muscular es el preciso y la fibra muscular podrá utilizar glucosa con presencia de oxigeno (aeróbicamente). Inicialmente se emplea la glucosa de la propia fibra muscular y más tarde se captara glucosa sanguínea, procedente de la movilización del glucógeno hepático o de una eventual toma.
- Para poder empezar a utilizar (oxidar) ácidos grasos se precisa un tiempo elevado de ejercicio, superior a los 30 minutos. La utilización de ácidos grasos como combustible queda limitada a ejercicios prolongados. Por esta razón, para disminuir el contenido de grasa corporal, el ejercicio debe ser la larga duración.
- En ejercicios de larga duración, y como último recurso a la fatiga, puede emplearse también como fuentes energéticas adicionales aminoácidos, cuerpos cetónicos y el propio ADP. Estos combustibles permiten un ocasional incremento de la intensidad y pueden resultar útiles en el esfuerzo de final de carrera.
- En la recuperación se repone primero la fosfocreatina y después, en el menor tiempo posible, se metaboliza el lactato u se restituye el glucógeno. Las reservas de triglicéridos se restablecen más tarde.
- Intensidad
- En reposo la fibra muscular consume ácidos grasos, pero en el ejercicio intenso debe utilizar glucosa por razones bioquímicas, dado su elevada velocidad de oxidación y una tasa de producción de energía muy superior a los de los ácidos grasos (con el mismo aporte de oxigeno). Además la glucosa puede ser oxidada anaeróbicamente, como ocurre con el ejercicio intenso en el que suele haber dificultades para asegurar el suministro suficiente de oxigeno. Otra razón de utilizar glucosa en el ejercicio intenso es porqué la glucosa es soluble en agua y puede circular libremente por la sangre; por el contrario, los ácidos grasos son poco solubles en agua y para circular por la sangre precisa transportadores específicos. Además, un excesivo consumo de ácidos grasos conduce a la formación de cuerpos cetónicos (tóxicos sobre las neuronas y otros tejidos). Finalmente, se requiere glucosa para ir reponiendo los intermediarios del ciclo de Krebs.
- Por estas razones, y a pesar de la escasez de sus reservas, la glucosa es el combustible idóneo para las etapas iniciales y en ejercicios intensos.
- Tipo de ejercicio
- En las contracciones musculares intensas, especialmente de tipo isométrico, el flujo de sangre a la fibra muscular se halla dificultado por la compresión vascular. La limitación es completa, en contracciones superiores al 70% de la máxima voluntaria. Al no llegar ni oxigeno ni nutrientes, la fibra muscular debe trabajar anaeróbicamente (sin presencia de oxigeno) y a expensas de sus propias reservas (fosfocreatina y glucógeno) con rápida aparición de fatiga.
- Dieta y circunstancias ambientales
- Una dieta rica en hidratos de carbono previa al ejercicio favorece su utilización.
- En condiciones térmicas extremas hay más consumo de glucógeno: en ambientes fríos se precisa glucosa como combustible de las respuestas de temblor, castañeteo de dientes y erizamiento del pelo; en ambientes calurosos aumenta mucho el flujo sanguíneo por la piel para favorecer la termólisis, disminuyendo la irrigación de la fibra y obligándola al trabajo anaerobio (sin presencia de oxigeno).
- En hipoxia (falta de oxigeno), tanto directamente por el menor oxigeno disponible como de manera indirecta por la mayor concentración plasmática de catecolaminas, aumenta la participación anaerobia y la necesidad de glucosa para el pago metabólico. Después de la aclimaticación, se utilizan más ácidos grasos, con ahorro de glucosa.
- Efectos del entrenamiento
- Introduce importantes cambios sobre la actividad metabólica de la fibra muscular, dependiendo de la especialización.
- Anaerobio: aumenta la actividad de las vías anaerobias, las reservas de glucógeno, la capacidad gluconeogéica y la tolerancia a la acidosis muscular y sanguínea.
- Aerobio: aumenta la actividad del ciclo de krebs, la cadena respiratoria mitocondrial, la participación de ácidos grasos en el pago de las demandas de la fibra muscular y las reservas musculares de lípidos. La potenciación del metabolismo aerobio y de la oxidación de ácidos grasos es muy conveniente porque supone ahorro de glucosa y protección de las reservas de glucógeno. Además mejora el aprovechamiento de cuerpos cetónicos y su uso por las neuronas, lo que permite mejor las condiciones de hipoglucemia (bajos niveles de glucosa en sangre). También facilita la utilización de proteínas.
Más información en el post: ADAPTACIONES METABÓLICAS DURANTE EL EJERCICIO FÍSICO I
Bibliografia
- Barbany, Joan Ramon. Alimentación para el deporte y la salud. Barcelona: Martínez Roca, 2002.
Durante el deporte el organismo sufre una serie de cambios para dar respuesta a la elevada demanda de energía/nutrientes y oxigeno que requiere con mayor necesidad.
Por este motivo, este post tratara de las adaptaciones de los distintos sistemas y aparatos que sufren estos cambios son: respiratorio, cardiovascular, termorregulador, hormonal y metabólico (tratado en otro post).
Además, existen factores que dependen las diferentes adaptaciones, que son: frecuencia, duración e intensidad de la práctica deportiva; grado de entrenamiento; y, edad, sexo y condiciones climáticas.
Adaptaciones respiratorias
Los principales cambios del sistema respiratorio para favorecer las demandas de nutrientes y oxigeno de los tejidos activos son:
• Aumentar la ventilación pulmonar
• Aumentar el flujo sanguíneo pulmonar
• Aumentar difusión de gases respiratorios
• Aumentar gases transportados por la sangre
• Aumentar flujo sanguíneo pulmonar
• Aumentar área disponible para el intercambio de gases, aumentando la superficie de difusión de gases
Adaptaciones cardiovasculares
El principal objetivo, igual que pasa con los demás cambios fisiológicos, es aumentar las menadas de nutrientes y oxigeno y de esta forma favorecer estas demandas. Por lo tanto, el sistema circulatorio vascular se prepara para aumentar el volumen de sangre impulsado por unidad de tiempo y modificar las resistencias y flujos sanguinos. De esta manera el aportar mayor nutrientes y energía a los tejidos más activos.
Otra adaptación, con el ejercicio físico aumenta la frecuencia cardíaca y el tiempo de la contracción y dilatación (sístole y diástole) del corazón disminuye porqué los ciclos se acortan. Favoreciendo el aporte de nutrientes y oxigeno al músculo activo.
Además una adaptación que realiza el sistema cardiovascular durante el ejercicio físico es la regulación de resistencias de las arterias que irrigan los distintos sistemas. Cosa que si no se produjera la práctica deportiva estaría limitada.
Adaptaciones temperatura corporal
La termorregulación está regulada gracias al hipotálamo, los termoreceptores internos (situados a la porción interior del hipotálamo, controlando la temperatura interna) y los termoreceptores de la piel (regulan la temperatura ambiental).
La temperatura interna del organismo es constante entre los 36,5 y 37ºC mientras la ambiental fluctúa. Por lo tanto, la temperatura de la piel (cutánea) depende en función de la temperatura del entorno.
Además, otros factores que también repercuten a la temperatura del organismo son la práctica deportiva y la fiebre. El ejercicio físico repercute en la temperatura del organismo porque en generar energía se libera un 80% en forma de calor provocando un aumento de temperatura. Por eso, se producen cambios regulando la temperatura corporal para conseguir que la temperatura interior del cuerpo este siempre en una temperatura constante.
Existen diferentes metodologías según si el objetivo es producir calor o perdida de calor del organismo.
Adaptaciones hormonales
Diferentes hormonas del organismo contribuyen manteniendo constantes ciertos parámetros fisiológicos (función homeostática) y, además, permiten y regulan el metabolismo de la glucosa y lípidos.
Bibliografia
- Barbany, Joan Ramon. Alimentación para el deporte y la salud. Barcelona: Martínez Roca, 2002.
Espero y deseo que ningún niño ni niña tenga bajo su árbol este regalo. Espero que los Reyes Magos sean buenos con la salud de los más pequeños de la casa.
Este juguete muestra todo lo contrario de una dieta variada, saludable y equilibrada. En la base de la pirámide aparecen alimentos no saludables con alto contenido en azúcar y grasas (alimentos superfluos) com productos de bolleria y pastelería. Los vegetales y las frutas se muestras pero ¿dónde están las legumbres, frutos secos, aceite de oliva, productos lácticos (solo hay leche)? Y, por último, hay una ¡gran cantidad de alimentos procesados!
En definitiva, ¡todo un desastre! Y ahora os pregunto ¿faltan o no dietistas - nutricionistas en el control de la publicidad?
La atención medica puede ser la mejor, el servicio de los profesionales de la salud insuperable y el equipamiento el más moderno, pero el que la mayoría de los pacientes recuerdan de su paso por el Hospital es de la comida.
Por este motivo, es esencial y básico la presencia de los profesionales en el mundo de la alimentación: dietistas - nutricionistas.
Nosotros como profesionales formados en nutrición y deietética tenemos el deber de conseguir la satisfacción de los usuarios hospitalizados, además de: crear hábitos saludables durante su estancia de forma socializadora y respetar la cualidad total (sensorial, higiénica, nutricional y de servició).
Actualmente la mayoría de la población general tiene en su propia casa una farmacia provocando un abuso de los fármacos y automedicación. Uno de los fármacos más abundante en los domicilios es el iburpofeno un antiinflamatorio no esteroideo, utilizado frecuentemente como antipirético y para el alivio sintomático del dolor. Además más de 8 millones de españoles consumen dosis diarias superiores a la recomendades, en gran medida, debido a que es mucho más habitual consumir pastillas de 600mg, cuando lo más indicado es optar por las de 400mg siempre acompañado con la comida y así evitar: problemas de estómago, úlceras y hemorragias digestivas, daños hepáticos,...
Efectos e interacciones del ibuprofeno en el deporte:
El ibuprofeno al igual que el resto de fármacos antiinflamatorio no esteroideo (AINE) como el ácido acetilsalicílico (aspirina), en ocasiones provocan efectos adversos.
Respecto a las reacciones adversas, en el deporte y especialmente en deporte de muy larga duración, es habitual que se den problemas gastrointestinales. Esta reacción adversa también se debe a la ingesta de hidratos de carbono mediante geles y a los grandes volúmenes de bebida isotónica. Su ingesta puede ocasionar úlceras estomacales, que junto con la actividad física, pueden repercutir negativamente en un estado de deficiencia de hierro o anemia ferropénica que es relativamente frecuente en deportistas de larga duración y de impacto así como de carrera y en el colectivo femenino.
El consumo de AINEs es comúnmente empleado por los deportistas para disminuir la inflamación y suprimir el dolor tras las lesiones de los tejidos blandos. Sin embargo sus efectos adversos están subestimados. En general, la reducción de la inflamación supone una disminución de la respuesta de los fagocitos que eliminan las células dañadas. Por tanto, su empleo debería limitarse a las etapas tempranas de la lesión y no continuar en las etapas posteriores. Es decir, su utilización está justificada en caso de tenosinovitis pero no en tendinopatías y fracturas. Además en el caso de las tendinopatías parecen ser debidas a un incremento de los leucotrienos, y en el caso de las fracturas podría empeorar la cicatrización.
Por otro lado, los atletas deshidratados presentan la perfusión renal disminuida, lo que requiere del efecto de las prostaglandinas. En este caso podría comprometer aún más el flujo sanguíneo renal por inhibición de la vasodilatación inducida por prostaglandinas. No obstante, entre todos los AINEs, la aspirina podría ser el que presenta menor propensión a dañar la función renal. Así mismo, los AINEs inhiben las PGs responsables de la inhibición de la hormona antidiurética (ADH) y la reabsorción de cloruro, provocando la retención de sodio y agua, que en principio podría resultar de interés para evitar la deshidratación inducida por el deporte o las condiciones climatológicas en que se realizan…
Una revisión reciente indica que el uso de analgésicos antes de participar en deportes de resistencia puede causar problemas potencialmente graves y efectos adversos, que se ven incrementados al emplear dosis mayores de fármaco. Por otro lado, di Luigi et al, observaron que la administración de 800 mg de aspirina 3 veces al día durante 3 días, así como el día en el que se realizaron los test de ejercicio físico aumenta los niveles sanguíneos de endorfinas, cortisol y hormona del crecimiento antes del ejercicio físico y disminuye los niveles de cortisol post-ejercicio. No obstante, estos autores no se atreven a concluir si este descubrimiento podría influir positiva o negativamente en el estado de salud, rendimiento y recuperación.
Tras una lesión de los tejidos blandos, el uso a corto plazo, de bajas dosis de AINEs en general no parece tener un efecto perjudicial aunque generalmente no están indicados casos de tendinopatía crónica aislada o fractura. No obstante donde ha demostrado ser útil es en el alpinismo. Así, se emplea en el tratamiento de la cefalea causada por el al agudo de montaña. Así mismo, en caso de padecer congelaciones, se recomienda su utilización para mejorar la circulación y mitigar el dolor, junto con una heparina de bajo peso molecular.
Respecto a las reacciones adversas, en el deporte y especialmente en deporte de muy larga duración, es habitual que se den problemas gastrointestinales. Esta reacción adversa también se debe a la ingesta de hidratos de carbono mediante geles y a los grandes volúmenes de bebida isotónica. Su ingesta puede ocasionar úlceras estomacales, que junto con la actividad física, pueden repercutir negativamente en un estado de deficiencia de hierro o anemia ferropénica que es relativamente frecuente en deportistas de larga duración y de impacto así como de carrera y en el colectivo femenino.
El consumo de AINEs es comúnmente empleado por los deportistas para disminuir la inflamación y suprimir el dolor tras las lesiones de los tejidos blandos. Sin embargo sus efectos adversos están subestimados. En general, la reducción de la inflamación supone una disminución de la respuesta de los fagocitos que eliminan las células dañadas. Por tanto, su empleo debería limitarse a las etapas tempranas de la lesión y no continuar en las etapas posteriores. Es decir, su utilización está justificada en caso de tenosinovitis pero no en tendinopatías y fracturas. Además en el caso de las tendinopatías parecen ser debidas a un incremento de los leucotrienos, y en el caso de las fracturas podría empeorar la cicatrización.
Por otro lado, los atletas deshidratados presentan la perfusión renal disminuida, lo que requiere del efecto de las prostaglandinas. En este caso podría comprometer aún más el flujo sanguíneo renal por inhibición de la vasodilatación inducida por prostaglandinas. No obstante, entre todos los AINEs, la aspirina podría ser el que presenta menor propensión a dañar la función renal. Así mismo, los AINEs inhiben las PGs responsables de la inhibición de la hormona antidiurética (ADH) y la reabsorción de cloruro, provocando la retención de sodio y agua, que en principio podría resultar de interés para evitar la deshidratación inducida por el deporte o las condiciones climatológicas en que se realizan…
Una revisión reciente indica que el uso de analgésicos antes de participar en deportes de resistencia puede causar problemas potencialmente graves y efectos adversos, que se ven incrementados al emplear dosis mayores de fármaco. Por otro lado, di Luigi et al, observaron que la administración de 800 mg de aspirina 3 veces al día durante 3 días, así como el día en el que se realizaron los test de ejercicio físico aumenta los niveles sanguíneos de endorfinas, cortisol y hormona del crecimiento antes del ejercicio físico y disminuye los niveles de cortisol post-ejercicio. No obstante, estos autores no se atreven a concluir si este descubrimiento podría influir positiva o negativamente en el estado de salud, rendimiento y recuperación.
Tras una lesión de los tejidos blandos, el uso a corto plazo, de bajas dosis de AINEs en general no parece tener un efecto perjudicial aunque generalmente no están indicados casos de tendinopatía crónica aislada o fractura. No obstante donde ha demostrado ser útil es en el alpinismo. Así, se emplea en el tratamiento de la cefalea causada por el al agudo de montaña. Así mismo, en caso de padecer congelaciones, se recomienda su utilización para mejorar la circulación y mitigar el dolor, junto con una heparina de bajo peso molecular.
Interacciones de los fármacos antiinflamatorio no esteroideo aplicables en el contexto deportivo
Conocer las posibles interacciones que un fármaco es importante para prevenir efectos no deseados e incluso en ocasiones para inducir efectos deseados.
Interacciones del consumo de AINEs en relación a las potenciales aplicaciones en el deporte:
– Antiácidos (hidróxido de aluminio, carbonato cálcico, bicarbonato sódico, citrato sódico…) empleados en deportes de gran tolerancia láctica como carreras de 400-800 m lisos: disminuyen el pH de la orina, lo que aumenta la excreción de salicilatos y por tanto da lugar a menor concentración de salicilatos en el organismo. No obstante carece de importancia en el caso de emplearse de manera intermitente.
– Antidepresivos triciclicos terciarios (amitriptilina, doxepina, impipramina…) e inhibidores de la recaptación de serotonina (paroxetina, fluoxetina…): incrementan el riesgo de hemorragia gastrointestinal ya que deterioran aún más la actividad plaquetaria. Estos fármacos son empleados en gran variedad de deportes, especialmente en los de resistencia.
– Vitamina C o ácido ascórbico, empleado como antioxidante: la aspirina a dosis superiores a 500 mg disminuye los niveles séricos de la vitamina C que podría ser por una disminución de su absorción o por un incremento en su depleción. No obstante, a nivel general la importancia de esta interacción parece ser mínima.
– Corticosteroides (cortisona, dexametasona, hidrocortisona…), a pesar de que su uso en el deporte federado no está permitido, las lesiones pueden requerir su administración: los salicilatos pueden incrementar los efectos adversos y tóxicos de los corticoides. No obstante el mecanismo por el que se produce la interacción es aún desconocido.
– Hierbas con efecto anticoagulante (Ginkgo Biloba, Ginseng, Té verde…) son empleados con diversos fines (diuréticos, estimulantes del sistema nervioso central…): incrementan el efecto anticoagulante de los salicilatos por algún mecanismo aún no descrito. Esta asociación puede tener lugar por ejemplo en alpinistas, en el caso del Ginkgo Biloba, que es empleado para reducir los síntomas del mal agudo de montaña.
– Glucosamina, puede ser empleada para la protección de las articulaciones y puede incrementar el riesgo de sangrado por aumentar el efecto sobre la agregación plaquetaria.
– Diuréticos de asa (furosemida, torsemida…) que pueden ser empleados como enmascarantes de otras sustancias (no permitido) o para una rápida pérdida de peso en aquellos deportes en el que este es importante (lucha, judo…deportes de combate que se compite por peso): disminuye durante 3 horas la excreción renal de aspirina un 30%, que parece ser debido a la competencia entre ambos por los transportadores en el túbulo renal.
– Vitamina E, empleada principalmente como antioxidante: puede incrementar el efecto como antiagregante plaquetario de la aspirina.
– Otros AINEs (ibuprofeno, naproxeno…): pueden incrementarse los efectos adversos y a su vez los salicilatos pueden disminuir los niveles séricos de los AINEs.
– Ácidos grasos omega 3, empleados como moduladores del estrés oxidativo e inflamación: incrementan el efecto de la aspirina como antiagregante plaquetario.
Conclusiones
Teniendo en cuenta que durante la practica deportiva se produce una gran destrucción muscular y procesos inflamatorios el ibuprofeno puede ayudar por su efecto analgésico y antiinflatamtorio. Además teniendo en cuenta que también se producen cambios fisiológicos provocando el aumenta del hematocrito (especialmente por encima del 50%). Puede favorecer la hemodilución y evitar posibles trombos en situaciones peculiares, como por ejemplo el uso de aspirinas.
Pero, a pesar de los beneficios que conlleva el consumo de ibuprofeno o asprina, en principio no debería emplearse su consumo, salvo por prescripción médica, antes, durante ni después de realizar ejercicio físico ya que la mayoría de estudios no han encontrado mejora del rendimiento y puede resultar perjudicial por ejemplo al provocar alteraciones gastrointestinales.
De forma resumida el consumo abusivo de AINEs puede ocasionar: úlceras y pérdidas de sangre (déficit de hierro o anemia ferropénica) y afecciones padecidas habitualmente por deportistas, especialmente de resistencia.
Por lo tanto, recordar que su empleo no está exento de reacciones adversas y que puede interaccionar con diversos ayudas ergonutricionales y farmacológicas como las que se produce con los anticoagulantes.
Finalmente, sólo añadir que utilicéis el sentido común y la responsabilidad. Por eso, en la siguiente ocasión que te plantees la toma de ibuprofeno o aspirina te plantees ¿es realmente necesario un chute químico?
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Las vitaminas son sustancias de estructura química muy diversa, cuya presencia es imprescindible para que el cuerpo y las células pueda desarrollar correctamente sus actividades. A pesar de ser esenciales no son sintetizables por el organismo, por lo que son de ingestión obligatoria y un aporte insuficiente puede producir trastornos por carencia. Se precisa sólo una pequeña cantidad, por lo que tienen la significación de micronutrientes. Pueden ser tomadas como tales, o en forma de precursor (provitaminas). En algunos casos un consumo excesivo produce trastornos por hipervitaminosis.
Se clasifican en dos grupos según su solubilidad:
- Vitaminas liposolubles: solubles en alimentos grasos y aceites. Pertenecen a este grupo las vitaminas: A, D, E y K.
- Vitaminas hidrosolubles: solubles en alimentos de matriz acuosa (verdura, frutas, hortalizas, huevos, legumbres, carne etc.). Pertenecen a este grupo las vitaminas del complejo B y la vitamina C.
Vitaminas hidrosolubles y liposolubles. Fuentes, funciones y trastornos atribuibles a su carencia.
Vitaminas liposolubles
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Denominación
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Fuentes
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Funciones
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Deficiencia
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A (retinol)
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Vegetales verdes y amarillos (prvitamina) y como vitamina en hígado, huevo, mantequilla y lácteos.
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Síntesis del pigmento visual, función celular epiteliales, crecimiento de huesos y dientes.
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Disminución de agudeza visual, pérdida de visión noctura, retraso de crecimiento, trastornos de piel e infección.
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D (colecalciferol, ergosterol)
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Aceite hígado pescado, lácticos y huevos. La vit. D se convierte en vitamina por acción del sol.
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Favorece utilización del calcio y fosforo. Osificación normal, desarrollo de los dientes.
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Raquitismo, osteomalacia, reabsorción de huesos (descalcificación).
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E (alfa-tocoferol)
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Germen de trigo, arroz, aceite de palma, hígado, lechuga y cereales.
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Previene el catabolismo de algunos ácidos grasos, antioxidante y reproducción.
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Distrofia muscular y esterilidad.
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K (filoquinona)
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Alfalfa, hígado, espinacas, remolacha, bacterias intestinales.
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Necesaria para la producción de factores de coagulación.
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Hemorragias
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Vitaminas hidrosolubles
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Denominación
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Fuentes
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Funciones
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Deficiencia
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C (ácido ascórbico)
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Cítricos, tomates y verduras.
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Síntesis de colágeno, metabolismo general.
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Escorbuto, dificultades de cicatrización, alteraciones encías, alteraciones en huesos y cartílagos.
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B1( tiamina)
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Levaduras, cereales leche
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Metabolismo de glucosa y aminoácidos
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Anomalías en el crecimiento, beriberi, debilidad músculo esquelético y cardíaco, neuritis y neuralgias.
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B2 (riboflavina)
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Verdura, legumbres, cereales, hígado, leche y huevos
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Ciclo de Krebs (integra coenzima FAD y FMN)
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Alteraciones cutáneas, boqueras, alteraciones de la visión.
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B3 (niacina)
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Pescado, hígado, carne, cereales, legumbres y frutos secos.
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Componente de coenzima NAD, de la glucolisis y ciclo de Krebs.
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Pelagra, dermatitis, diarrea y trastornos mentales.
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B6 (piridoxina)
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Pescado, tomates, levadura, hígado y bacterias intestinales.
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Metabolismo de aminoácidos.
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Retraso crecimiento, náuseas y dermatitis.
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Ácido pantoténico
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Hígado, verdura y cereales.
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Constituyente del acetil-Co A oxidación glucosa, ácidos grasos y aminoácidos.
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Alteraciones neuromusuclares y fatiga.
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B12 (cobalamina)
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Hígado, carne, leche y huevos.
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Formación de hematíes, metabolismo de ácidos nucleicos y aminoácidos.
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Anemia y alteraciones nerviosas.
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B9 (ácido fólico)
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Hígado, verduras y bacterias intestinales.
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Formación de hematíes y células sanguiníeas.
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Anemia.
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