¿Aspartamo inocuo o peligroso para la salud?
19:24:00
El espartame
El aspartamo es un edulcorante artificial intenso. Fue descubierto en 1965 por James Schlatter.
El aspartamo es un éster metílico de un dipéptido formado por fenilalanina y ácido aspártico. Es un sólido blanco, cristalino, sin olor, aproximadamente 200 veces más dulce que la sacarosa o azúcar común y es acalorico.
Actualmente se encapsula el aspartamo con aceites hidrogenados para que sea liberado al final del calentamiento, con lo cual puede ser utilizado en productos horneados. También se lo mezcla con otros edulcorantes, pues así aumenta su estabilidad frente a procesos que requieren calor.
El aspartamo se sintetiza a partir de fenilalanina y ácido aspártico, por vía química o por vía enzimática. La síntesis química genera productos secundarios y su principal impureza es la dicetopiperazina.
Tras su ingestión, el aspartamo se metaboliza en el tracto intestinal, por acción de esterasas y peptidasas, en fenilalanina, ácido aspártico y metanol, de modo que casi nada de aspartame llega a la sangre. La fenilalanina es un aminoácido esencial (que el organismo humano no puede sintetizar por sí mismo). El ácido aspártico es uno de los veinte aminoácidos con los que las células forman las proteínas, pero no es un aminoácido esencial; es importante en la síntesis de ADN y como neurotransmisor. El metanol se encuentra, en pequeñas cantidades, de forma natural en el organismo y en un gran número de alimentos.
Desde su introducción al mercado en 1981 millones de personas en todo el mundo han consumido aspartamo en más de 6.000 productos que contienen este endulzante; entre ellos: gomas de mascar, edulcorantes artificiales de mesa, agua saborizada, gelatinas, gaseosas y otros productos dietéticos, zumos en polvo, yogures, cereales, medicamentos pediátricos y salsas para cocinar.
Ingestión diaria admisible
El Codex Alimentarius define la ingestión diaria admisible (IDA) como “la ingestión diaria que, durante una vida, parece no conllevar riesgos aparentes para la salud de los consumidores… Se expresa en miligramos de producto químico por kilogramo de peso corporal.”
La IDA del aspartamo para los seres humanos se fijó en 40 mg / kg de peso corporal / día por el JECFA en 1981.
Estudios científicos
Hay varios estudios que concluyen que el aspartamo presenta efectos secundarios neuropsíquicos, como dolor de cabeza, insomnio, irritabilidad, depresión, fatiga, vértigo, problemas visuales, gastrointestinales y menstruales. Cuando se consume en dosis elevadas puede provocar inhibición del supresor del apetito. Otros estudios analizaron la relación del consumo de aspartamo y cáncer. Luego de investigar el efecto de los metabolitos del aspartamo, otros actores investigaron con la conclusión de: el aspartamo es parcialmente metabolizado a metanol, que a su vez se convierte en formaldehído; así se acumula dentro de las células e induce el cáncer.
No obstante, todos estos estudios se han realizado con ratones durante un periodo corto y los investigadores indican que se tiene que seguir estudiando e investigar sobre los efectos del aspartamo. Además, la EFSA detalla que no hay relación entre el consumo de aspartamo y el cáncer.
Por lo tanto, actualmente no se encuentra una única posición si es inocuo o peligroso para la salud. Además algunos de los factores que pude intervenir son: falta de una posición consensuada, intereses económicos de Monsanto (propietario del aspartamo), falta de estudios en la población por motivos éticos, entre otros factores pueden influir en la decisión final de si ¿el aspartamo es inocuo o peligroso para la salud?
Conclusiones y recomendaciones
Pese a las investigaciones que alertan sobre el consumo de aspartamo, según la FDA y la ESFA, ni el edulcorante ni sus metabolitos representan un riesgo para la salud de los seres humanos, si su ingesta es menor que la IDA, fijada en 50 y 40 mg / kg de peso corporal / día, respectivamente.
El aspartamo, así como cualquier fuente alimenticia de fenilalanina no debe ser consumido por individuos con fenilcetonuria. Es recomendable que también se abstengan de su consumo mujeres embarazadas.
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