Enseña a tus hijos a comer bien

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La influencia de la familia es decisiva en la adquisición de buenos y malos hábitos en todos los órganos de la vida, incluida la alimentación. 

Es importante que comiences desde bien temprano a educar a tu bebé y a enseñarles buenos hábitos alimentarios.

En el mercado existen actualmente muchos alimentos grasos e hipercalóricos, muy apetecibles pero no tan aconsejables para esta etapa de crecimiento. Los tentempiés o aperitivos pueden engañar el hambre, pero no deben nunca sustituir las comidas, sino ser solo un complemento. El consumo de snacks entre comidas (almuerzo y merienda) forma parte de estos hábitos. Sin embargo, a veces, este consumo no es el adecuado, ya que se utilizan alimentos demasiado clóricos, ricos en grasas saturadas, azúcares refinados y sal, y pobres en vitaminas y minerales.

Las frutas, fundamentalmente para el desarrollo
Las frutas son uno de las grandes tesoros de la alimentación. Además de ser ricas en vitaminas, antioxidantes y agua, constituyen un escudo natural que defiende al cuerpo de numerosas afecciones. Las notables propiedades de las frutas actúan sobre el metabolismo y aseguran un correcto funcionamiento impedir la deshidratación (tan frecuente en las pequeños), facilitan el tránsito intestinal, mejoran la tersura de la piel y proporcionan al organismo valiosas sales minerales. Se relacionan, en definitiva, con el bienestar general. 

Por todas estas razones, la integración de las frutas en la alimentación infantil es fundamental para el desarrollo de los pequeños. 

Dáselos poco a poco
Para que el bebé conozca poco a poco su sabor, y con el fin de detectar posibles alergias, es recomendable incorporar las frutas a su dieta de una en una. Para empezar, son aconsejables de manzana, la pera y el plátano, por su sabor y textura, y porque son las menos alérgicas. Incluso puedes añadirle una galleta: dará consistencia al puré, le gustará más será un alimento aún más completo. Más adelante, podremos introducir de forma progresiva todas las frutas; cuanta más variedad mejor. Acostumbrarle desde pequeño a comer fruta será un gran beneficio para él en el futuro.

Yogures a partir del sexto mes
Por su parte, el yogur es un delicioso complemento para los niños. Su contenido en minerales y vitaminas contribuye a un correcto crecimiento y desarrollo del bebé. Puede ir acompañado de distintas frutas, lo que le da un toque de sabor diferente al que están acostumbrados a probar, y es, a su vez, fuente de fibra. Los yogures tienen una baja acidez, por lo que son muy digestivos, y tienen una textura muy agradable al paladar. Se puede dar al bebé a partir del sexto mes, bien como postre (después de las comidas), o bien a la hora del desayuno o la merienda. 

Foto: lyncott.mx



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